GUADALAJARA, Jal., diciembre 2 (EL UNIVERSAL).- El arzobispo de
Guadalajara, Juan Sandoval Íñiguez, culpó a políticos, legisladores,
Poder judicial, sindicatos y empresarios de las muertes en hechos
relacionados con el crimen organizado en México.
En la sección "La Palabra del Pastor" en la edición 774 de "El
Semanario", publicación de la arquidiócesis de Guadalajara que se
distribuirá el próximo domingo, el purpurado advirtió que hay culpables
"lejanos" que han propiciado la corrupción en el país y que nadie
llamará a juicio más que Dios.
"¿Quiénes son esos culpables lejanos? Creo que la política en México
está corrompida en todos sus niveles. Pensemos, por ejemplo, en lo que
roban los políticos con esos sueldos que se asignan, en esa burocracia
que se aumenta el salario todos los años", aseveró en el texto titulado
"La corrupción genera atrocidades".
En un primer ejemplo, Sandoval Íñiguez fustigó al Congreso de Jalisco
por gastar desde hace meses, sin que sus miembros expliquen en qué, su
presupuesto anual con todo y lo destinado al sueldo de trabajadores.
"Las notas de los periódicos dan cuenta de que en el Congreso del
Estado laboran, aproximadamente, mil 700 empleados; pero, ¿qué hacen? Si
todos trabajaran en el mismo edificio, no cabrían. Lamentablemente,
todo eso representa quitarle recursos al pueblo, que bien podrían ser
destinados a la educación, a la salud o a la infraestructura, que tanto
le hace falta al país", indicó.
Para el Congreso de la Unión agregó: "Si pensamos en los
Legisladores, ¿desde cuándo estamos esperando las reformas con las
cuales podrían poner a este país en el camino del desarrollo y la
superación?; mas no lo hacen porque gobiernan con interés político de
muy corto alcance; en tanto, se benefician ellos o al compadre, mientras
el país los tiene sin cuidado".
Para Iñiguez, el Poder Judicial defiende más al delincuente que al inocente.
"Si hablamos del Poder Judicial, sabemos que está corrupto y que por
hambre o por falta de moral, va con el crimen en muchas ocasiones, y
casi siempre se va contra el débil para despojarlo", sostuvo.
Terminante, Sandoval Íñiguez acusó a empresarios y sindicatos de velar por sus intereses y propiciar el encono social.
“El sindicalismo se volvió coto de poder personal o de grupos que
esquilman o saquean al país a como dé lugar, ya que empobrecen la
calidad de la educación porque también la politizan. Son responsables de
la falta de sentido social, toda vez que, en general, en las empresas
se trabaja para el enriquecimiento del dueño o de su familia, de unos
cuantos, porque para eso tienen un inmenso grupo de trabajadores con
salarios bajos, que los imposibilita para educar y alimentar bien a sus
familias...", abundó.
"Todo eso crea desigualdades, genera resentimientos, ignorancia,
miseria, hambre y enfermedad... De allí vienen los reclamos de tantos
que ahora están por todo el suelo nacional con el arma en la mano, para
hacerse justicia y conseguir los bienes que la Sociedad no les permite
obtener por el camino decente, ya sea por falta de la educación o de un
trabajo honrado", sentenció.
Y cuestionó: "La pregunta es ¿quién llamará a rendir cuentas a los
causantes de esta situación? Parece que no hay conciencia, y creo que
será muy difícil que la haya; que una persona adulta cambie su
mentalidad y se convierta, por así decirlo, en verdadero cristiano, eso
sería casi un milagro de la Gracia de Dios".
"Mas si no se empieza a educar de manera distinta a las nuevas
generaciones, vamos a seguir con esta misma situación y, tal vez, por
muchos años más, estaremos desbaratando nuestro país con los actos de
corrupción y de barbarie.